Heme aquí
en la Tierra Madre
con nostalgias duplicadas.
Lejos de los flashes,
de las escalerillas y el mosaico.
Desconectado
de rubios copetes
y saludos turbios.
Retornado, remigrado
Y ahora, aquí,
escuchándome, escuchándolos,
sin entender
por qué me odia
el que no me conoce,
por qué no me ama
quien sí me conoce.
Retornado, remigrado.
Y a hacer camino,
un nuevo comienzo,
con ese vacío digestivo,
con esa saudade
de quien tiene
mucho por hacer
más que por vivir.
Retornado, remigrado...