La flor de la canela
de seguro era
una canción veraniega:
las limeñas
mostrando su lisura,
¡qué calentura!
Se hastía la gente
de que siga
lima Caliente.
Pero hay
quienes aprecian
que haya más carne
y menos tela,
y corran por doquier
ríos de chela.
Lima Caliente,
este año
creo no será
del emoliente.
A sudar y a gozar
que el calentamiento
global
y la jarana
local
han de
continuar.
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