Se cayó la estatua,
pum.
Se cayeron...
las ilusiones,
los entusiasmos fatuos;
esa media sonrisa
falsa
y creer
que todo depende
de ellos.
Se cayó la estatua,
Pum,
pero
¿qué la sustituirá?
Acaso otro ídolo
de signo nuevo.
Otro pastor
del rebaño.
O al fin
seremos los
iconoclastas
necesarios.
Se cayó la estatua,
PUM...
Déjenla de lado
y ocúpense
de construir
un pensar
y un mundo
nuevo.
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