miércoles, 2 de diciembre de 2020

Cuéntame de Barlovento

 Hola, hermano,

¿cómo andas?

Cuéntame de

Barlovento

que como

hojas de mango

cayeron a mi piso

los recuerdos.

Háblame de ese

viento

que menea el calor

como una hamaca

háblame de ese verde

omnipresente

que chispea

como fondo

los paisajes

Háblame del olor

a remojado

de los cacaotales

que no me gustaba

hasta que entendí

que era el aroma

recién nacido

del chocolate.

 

Y échame un cuento

de su gente

de los que están

allí

y acá y acullá

de sus caras lindas

de su sangre ardiente

de su música

de su poesía

de sus dilemas

y sus miserias

pues yo nunca

olvidaré

que su amabilidad

era mayor a

sus problemas.

 



¡Qué recuerdos con

mi padre

y su comercio!

Y los besos de coco

los pasatiempos

y el mundo se

detenía

por un momento

 

Ya ahora veo a

Barlovento

tan lejano

pero aún lo espero

espero unir mi

pie

al de esa tierra

para que conversemos.

 

De todas maneras

yo también soy

Barlovento

porque lo llevo en mí

porque en mi cara

lo encierro.

Y siempre vive

en mí

ese pensamiento

ese follaje

ese perfume

ese cuerpo.

Hablemos del

Barlovento

que todos somos

y tenemos.



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