Cómo se nos trastoca
la vida
aquel árbol imponente
de pie firme
enhiesto ante la
la floresta
se inundó de termitas.
Y aunque luce fuerte
el calvario va por
dentro
como reza el adagio.
En cambio tú
arbusto antes
escondido entre
las sombras
De repente floreciste
reverdeciste
y los pájaros anidaron
en tus ramas
y los frutos cayeron
en racimos.
¡Qué bien te ves!
Ahora yo contemplo con
nostalgia
mis días de verdor
y de lozanía
Mientras disfruto de
tu renovado
presente
ante el cual sólo
puedo decir
Gracias, Dios, por bendecir
ese tronco
esas ramas, esas hojas
fruto y flor
que engalana
este bosque de la vida.
Sólo regálame
un poquito de ese aroma
de esa brisa
que mece tus ramas.
Lléname de nueva savia
que quizás tenga
la cura contra
estas termitas quemantes
contra este hueco
en mi tronco
contra esta ausencia
de mis animales
contra estos frutos mustios
que ya no salen
o se malogran.
Bello árbol que
floreces hoy
llena mi pupila
de tronco viejo
y afectado
para que un nuevo
brote
resucite la vida
que reclamo
que me reclama
que nos une
que nos llama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario