miércoles, 11 de noviembre de 2020

El olor de la mujer amada

 

Hueles a Rosa Salvaje

ese perfume malherido

que llevó mi

estima al pozo.

Es chanza.

 

Hueles a ti

a las ferormonas

que me subyugaron

al sudor de tu

vibrante

caribeñidad

a la tierra

de tu labor

a la paz y

a la guerra

de tu vivir.

 

Hueles a maternidad

a conyugalidad.

El incienso y

la esperma

ya es un sentir

remoto

pero algo queda.

 



Qué de cosas

imagina mi olfato

que de canela

fue inundado

un día

y hasta el

olor de hoy

está conquistado.

 

No ceses de

impregnar mi hogar

que aquí mi

tálamo

te espera

como el buen

guiso al cilantro

para que íntegro

el olor y

el gusto

se casen

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