miércoles, 18 de noviembre de 2020

El antiescuela

 

He huido de la

sede

del escritorio

imponente

de las cuatro paredes

y el pizarrón

por una suerte

de claustrofobia

académica.

¿Y por qué

no lo he de hacer

con los poemas?

 

Respeto las escuelas

movimientos de la

lírica

que fueron motivados

de tanto genio

que llenaron las cuartillas

de críticos

y criticones

yo lo disfruté también

y lo sufrí.

 

Pero yo

no puedo ser así

vivir de eso

ser me de eso

sería

muy procustiano

de mi parte.

 

Prefiero ser más

naif

como aquellos

pintores de los pueblos

vivirme libre

de los rótulos

aunque eso

me aleje

de bambalinas

y nobelismos.

 

No cultivaré

un lenguaje clásico

ni vanguardista

no simbolizaré

ni me imbuiré

en los mundos

surrealistas

simplemente nadaré

por la orilla

del pensamiento

y la palabra

mientras mi

intimidad

me lo pida

y lo permita.

 

Gracias por

entender

y

aceptar.




lunes, 16 de noviembre de 2020

¿Acaso soy poeta?

 

Es una pregunta

pretenciosa

y vana tal vez

porque ese sustantivo

encierra

tanta historia y

tanta tinta

que

atreverme a una

asunción

puede ser una

osadía

y una quimera.

 

Poetas pueden ser

los que dan

nombre a las calles

y los que están

en Wikipedia,

aquéllos que convocan

a los eruditos

de la Academia

que fundan movimientos

y al final

en un libro de texto

se encierran.

 


Yo sólo soy un

rasga letras

un bailarín

que se junta

con los versos

y los pasea

como un cuidador

que los saca a orinar

aunque no los posea.

 

No pretendo

dictar cátedra

o sentar presencia

sólo brotar de mí

como un erial

palabras silvestres

dientes de león

que vuelen

estrofas que se

muevan al viento

y flores que nadie

cultiva

o siembra.

 

Juzgue usted

al final

si el epíteto

me queda

miércoles, 11 de noviembre de 2020

El olor de la mujer amada

 

Hueles a Rosa Salvaje

ese perfume malherido

que llevó mi

estima al pozo.

Es chanza.

 

Hueles a ti

a las ferormonas

que me subyugaron

al sudor de tu

vibrante

caribeñidad

a la tierra

de tu labor

a la paz y

a la guerra

de tu vivir.

 

Hueles a maternidad

a conyugalidad.

El incienso y

la esperma

ya es un sentir

remoto

pero algo queda.

 



Qué de cosas

imagina mi olfato

que de canela

fue inundado

un día

y hasta el

olor de hoy

está conquistado.

 

No ceses de

impregnar mi hogar

que aquí mi

tálamo

te espera

como el buen

guiso al cilantro

para que íntegro

el olor y

el gusto

se casen

sábado, 7 de noviembre de 2020

El árbol y las termitas

 

Cómo se nos trastoca

la vida

 aquel árbol imponente

de pie firme

enhiesto ante la

la floresta

se inundó de termitas.

Y aunque luce fuerte

el calvario va por

dentro

como reza el adagio.

 

En cambio tú

arbusto antes

escondido entre

las sombras

De repente floreciste

reverdeciste

y los pájaros anidaron

en tus ramas

y los frutos cayeron

en racimos.

¡Qué bien te ves!

 



Ahora yo contemplo con

nostalgia

mis días de verdor

y de lozanía

Mientras disfruto de

tu renovado

presente

ante el cual sólo

puedo decir

 

Gracias, Dios, por bendecir

ese tronco

esas ramas, esas hojas

fruto y flor

que engalana

este bosque de la vida.

Sólo regálame

un poquito de ese aroma

de esa brisa

que mece tus ramas.

 

Lléname de nueva savia

que quizás tenga

la cura contra

estas termitas quemantes

contra este hueco

en mi tronco

contra esta ausencia

de mis animales

contra estos frutos mustios

que ya no salen

o se malogran.

 

Bello árbol que

floreces hoy

llena mi pupila

de tronco viejo

y afectado

para que un nuevo

brote

resucite la vida

que reclamo

que me reclama

que nos une

que nos llama.

Amistad y derecho

 ¿Amigos con derecho? No, gracias, amistad con derecho es patente  de corso para tocar  más allá de lo convenido/conveniente. Es una razón p...